Las familias no serán rescatadas ni estauradas, hasta que no empuñen en sus manos y recen con el corazón el SANTO ROSARIO, delante de Jesús Sacramentado o en familia con la conciencia de que FAMILIA QUE REZA UNIDA PERMANECE UNIDA.
EI SANTO ROSARIO es la cuerda con la que ustedes pueden atar al demonio en el infierno, para que así cada familia experimente la libertad de los hijos de Dios y viva con gozo su altísima vocación, a ser reflejo de la familia Sagrada de Nazaret, con santidad en el amor.
Nuestra Señora de Fátima dijo a Sor Lucía: Mira, hija mía, mi corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar, con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la sagrada comunión, recen el Santo Rosario y me hagan compañía durante quince minutos, meditando en los misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, les prometo asistir en la hora de la muerte con las
gracias necesarias para su salvación.