Por la profundidad de sus escritos, Conchita es reconocida como gran mística del siglo XX. Profundizó la espiritualidad de la Cruz, necesaria para una verdadera entrega a Dios por Jesús en el poder del Espíritu Santo. Profetizó un nuevo pentecostés que ocurrirá por la santificación de los sacerdotes. En sus escritos "A mis sacerdotes", Jesús guía a los sacerdotes a la santidad en unión con él. Esposa, madre, viuda, abuela, fundadora. Por indulgencia de Pio X, murió canónicamente como religiosa en los brazos de sus hijos.